La Vía Ferrata de Sorrosal

La aventura comienza

La Vía Ferrata del Sorrosal comienza en el puente medieval de Broto, un pintoresco pueblo en el corazón de los Pirineos. Desde allí, los aventureros se adentran en un cañón impresionante, rodeado de imponentes paredes de roca y el rugido de un río que fluye a sus pies. Según avancemos hacia el inicio de la vía ferrata de Sorrosal, iremos encontrándonos distintitos paneles informativos sobre la transformación geológica de la zona. Una vez alcanzada la cascada de casi 100 metros de altura, cruzaremos el río por una pequeña pasarela de metal.Para comenzar la ferrata, en épocas de verano es necesario el pago de una tasa municipal de 3,5 €.

Desafíos verticales y paisajes espectaculares en la Vía Ferrata de Sorrosal

A lo largo de la vía ferrata, los participantes se enfrentan a desafíos emocionantes que pondrán a prueba su destreza y resistencia. Sin embargo, cada paso ofrece recompensas en forma de vistas panorámicas del valle y la sensación de estar en armonía con la naturaleza. Este itinerario te lleva a través de diversas zonas, cada una con su propio encanto y desafíos únicos.

• Los Bloques

Comenzando con “Los Bloques”, los participantes se enfrentan a rocas imponentes y desafiantes que requieren habilidades técnicas y agilidad para superar. Esta sección prepara el terreno para lo que está por venir, ofreciendo un emocionante inicio para la aventura. Es un lugar muy recomendable para hacer un pequeña explicación de cómo se progresa en la vía ferrata.

• El Pliegue

Continuando hacia “El Pliegue”, los escaladores se encuentran con formaciones rocosas que exigen concentración y destreza para navegar. Aquí, la topografía cambia rápidamente, proporcionando una experiencia variada y estimulante. Después, llegamos a “La Ducha”, donde en ocasiones podemos pasar sin mojarnos, pero en los meses de máximo calor cuando la acequia que va por encima de nuestras cabezas está funcionando, el agua que gotea servirá para refrescarnos.

• Plaza del Pino

La siguiente parada es la “Plaza del Pino”, un punto de encuentro que ofrece impresionantes vistas de la gran poza de agua que hay suspendida entre cascada y cascada. Será un lugar ideal para poder coger fuerzas y así afrontar uno de los tramos más verticales de la vía ferrata de Sorrosal.

• La Ventana de Broto

Prosiguiendo nuestro camino por este tramo vertical, llegamos a “La Ventana de Broto” y punto de acceso a “La mina”. Este es uno de los pasos más destacables de la vía ferrata. La mina es un túnel construido a mano en el siglo XIX como acequia para poder desviar el agua del barranco para el riego en el estío. Para atravesar el túnel sin mojarse los pies y agregar un toque de diversión al desafío, puedes hacerlo como si fuera un juego. Siempre podéis apostar algo al inicio de la ventana y ver qué sucede al final. La mejor forma de poder ganar el reto es avanzando a lo largo del túnel con pasos en oposición.

• La Ventana del Salto

El final del túnel nos da paso a “La Ventana del Salto”, la cual nos brinda acceso al interior del barranco y nos sitúa en la cabecera de la gran cascada. Continuando nuestro itinerario llegamos a cruzar “El Puente”. Aquí pondremos a prueba nuestro equilibrio para cruzar de un lado a otro por encima del agua.

• La Playa

En “La Playa” los participantes podrán disfrutar de un área de descanso tranquila y serena donde poder refrescarse por última vez. Es aquí, donde ya abandonamos el frescor que nos proporciona el agua del río para dirigirnos a través de un tramo vertical al “Balcón de Broto”.

• Quejigar y Fajas Finales

Un último trama de placa nos conducirá al “Quejigar”. En este tramo desequipado, donde caminamos de forma sencilla a través del bosque, nos llevará finalmente a las “Fajas Finales”. Éstas nos sirven como mirador del Valle de Ara, ofreciendo una vista panorámica impresionante que hace que todo el esfuerzo valga la pena. Es el momento perfecto para reflexionar sobre la aventura y disfrutar de la belleza natural que rodea la vía ferrata de Sorrosal.

Descubre la belleza geológica del flysch en la Vía Ferrata del Sorrosal

La Vía Ferrata del Sorrosal no solo ofrece emoción y desafío para los escaladores aventureros. También es una oportunidad para maravillarse con la impresionante belleza geológica del flysch. A lo largo del recorrido, los escaladores tienen la oportunidad de admirar y aprender sobre estas fascinantes formaciones rocosas, que ofrecen una ventana al pasado geológico de la región.

El flysch es una formación geológica caracterizada por capas alternas de rocas sedimentarias, que se han depositado en el fondo del mar a lo largo de millones de años. Estas capas de roca, que varían en grosor, composición y color, son el resultado de procesos geológicos como la sedimentación, la compactación y la erosión. El flysch es un testigo silencioso de la historia geológica de la Tierra. Ofrece pistas sobre los cambios ambientales y geológicos que han tenido lugar a lo largo del tiempo.

A lo largo de la Vía Ferrata del Sorrosal, los participantes pueden observar y disfrutar de la presencia de formaciones de flysch que adornan las paredes rocosas que rodean el recorrido. Estas formaciones rocosas, con sus capas horizontales distintivas y sus variados colores y texturas, añaden una dimensión extra de belleza y complejidad al paisaje. Además de ser visualmente impresionantes, las formaciones de flysch también ofrecen una oportunidad para aprender sobre la geología de la región y apreciar la riqueza del patrimonio natural.

Vía Ferrata de Sorrosal: para todos los niveles